El incendio en el jarillón de Lopez

Más de quince viviendas quemadas tras incendio en el oriente de Cali

Celos y discusiones entre una pareja desencadenaron el incendio que afectó a cerca de 160 familias del oriente de Cali. Seis máquinas fueron necesarias para controlar la emergencia. Más de quince viviendas resultaron calcinadas. www.elpais.com.co


 Tomado de :http://www.youtube.com/watch?v=fI7dNLg5RtI&feature=em-uploademail-new
Para mantenernos informados

Iglesia hace llamado para crear comunidades de paz en Cali y el Valle

De esta forma, se espera reducir los índices de violencia en la región, afectada por los enfrentamientos entre las bandas criminales y grupos del narcotráfico.
Lunes, Octubre 29, 2012 - 3:54 p.m.
El arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve, hizo un llamado para crear comunidades de paz en Cali y el Valle, y así acabar con los altos índices de violencia.
Elpaís.com.co
El arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve, hizo este lunes un llamado para que se conformen comunidades de paz en Cali y el Valle y, de esta forma, enfrentar los altos índices de violencia que se han presentado en las últimas semanas.
El prelado expresó que "somos testigos de los derramamientos de sangre y sentimos el clamor de las víctimas. Buscamos hablarle al oído a los jefes de las bandas delincuenciales para impulsar las comunidades barriales de paz, como una especie de movilidad urbana, porque no pueden estar sumergidos en más extorsiones, 'vacunas' y armas".
Aunque indicó que no conoce cifras concretas sobre la violencia en la ciudad, pues "no somos agentes de la Policía, ni informantes", monseñor Monsalve instó a que "se respete la vida y que haya barrios de paz. La base fundamental de este proceso es el diálogo, para ver qué es lo que espera y busca la gente, que se cansó de tanta violencia y quiere ayudar a construir comunidades de paz".
Monseñor Monsalve recordó que "el crimen no da riqueza, sino miseria. Proponemos que haya vigilancia hacia afuera y calma hacia adentro".
Por su parte, Fabio Cardozo, asesor de Paz del Valle, se mostró complacido con esta iniciativa: "La Gobernación respalda esta campaña liderada por la Iglesia en Cali y el Valle del Cauca. Todos tenemos responsabilidad por sacar adelante este pacto por la vida, porque entre todos tenemos que ayudar a bajar los homicidios y a mejorar los niveles de seguridad".
A esto se sumó el padre Braulio Ortiz, quien dijo que "por intermedio de los grupos parroquiales es que se logra este proceso, porque estando cerca del problema es más fácil encontrar las soluciones. La Iglesia realiza proyectos productivos para ofrecer alternativas de trabajo y garantizar ingresos legales a la comunidad".
Cabe recordar que los barrios de Cali más afectados por la violencia se encuentran en las comunas 1, 13, 16 y 20, mientras que las organizaciones de narcotraficantes y las bandas criminales, que actúan en el Pacífico y el norte del Valle, han aumentado las cifras de violencia en los municipios donde hacen presencia.
La confrontación entre la banda criminal de 'los Urabeños' y 'los Rastrojos' ha cobrado la vida de decenas de personas en las últimas semanas, especialmente en municipios como Buenaventura y Tuluá.
En el caso de Buenaventura, tan sólo en octubre se han registrado 33 homicidios, más de la mitad de los que se habían presentado en todo el año: desde el 1 de enero hasta el 5 de octubre se contabilizaron 50 crímenes.
Algo similar ocurrió en Tuluá en septiembre, cuando se registraron 22 homicidios, casi uno diario durante los primeros días del mes, lo que obligó a que la Policía realizara una intervención con el apoyo de 500 hombres nuevos para contrarrestar la ola de violencia.
La presencia de las bandas criminales en Cali se evidenció con la caída a comienzos de octubre de 'la Colonia', un grupo de sicarios al servicio de 'los Urabeños' que es responsable, según las autoridades, de por lo menos 25 homicidios en la ciudad. Entre algunos de las muertes que se les adjudica está la de un hombre durante una competencia de bicicrós, que se llevaba a cabo en el velódromo Alcídes Nieto Patiño, el pasado 23 de septiembre


Tomado de :http://www.elpais.com.co/elpais/judicial/noticias/iglesia-hace-llamado-para-crear-comunidades-paz-cali-y-valle
Para mantenernos informados  
En Cali por cada ciudadano hay 2,46 metros de espacio público
Cali es una de las ciudades del país donde menos espacio público hay para sus habitantes. Centro, zona de ladera y oriente de la ciudad, los lugares que menos parques y zonas verdes tienen.
Lunes, Octubre 29, 2012 - 3:47 p.m.

En el Centro de la ciudad hubo un crecimiento sin planificación, por lo que no hay casi parques y los andenes son estrechos.
Foto: Ernesto Guzmán JR | El País
Cali es una de las ciudades de Colombia donde los ciudadanos tienen menos espacio público. Según la dirección de Plan de Ordenamiento Territorial de Cali, cada caleño tiene 2,46 metros cuadrados de parques o zonas verdes. Esto es más o menos el área de un baño de una casa de interés social, cuando los estándares internacionales indican que cada persona debería contar con un espacio equivalente a la mitad del área de la casa completa, es decir, 15 metros cuadrados.
De acuerdo con la información de Planeación, las zonas en las que menos espacio público hay por habitante son el Centro de la ciudad, las comunas 18 y 20 (zona de ladera) y las comunas 15 y 16 (al Oriente de la ciudad).
En contraste, las áreas en las que más parques, zonas verdes y alamedas hay por persona son: al Sur, las comunas 22 y 17 (Ciudad Jardín, Pance, Caney, Valle del Lili); al Norte, la Comuna 2 y en el Oeste la Comuna 3.
En comparación con otras ciudades, Cali tiene un índice bajo, pues Medellín cuenta con 3,8 metros cuadrados por persona y Bogotá con 3,7. Cartagena tiene 6,32 metros cuadrados por habitante.
El documento Conpes 3718, aprobado el 31 de enero de 2012, por el cual se establece una Política Nacional de Espacio Público, proyecta para el año 2015 un crecimiento del índice que alcance entre 5 y 6 metros cuadrados por habitante.
Por esta razón, explica Óscar Pardo, director del Departamento de Planeación de Cali, la Administración Municipal evalúa la posibilidad de crear una oficina encargada del Espacio Público, con el objetivo de centralizar las actuaciones que se den sobre estas zonas.
Diana Carolina Villegas, del equipo de Espacio Público y Equipamiento de esa entidad, explicó que esta situación se ha dado porque la ciudad ha crecido sin planeación. “El Centro se comenzó a construir alrededor de dos plazas. Luego se hicieron muchas manzanas y prácticamente no se hicieron zonas verdes. A eso se le suman las ventas informales, que se han tomado lo poco de espacio que queda”, señaló.
Añadió que en otras zonas, como la ladera, el problema ha sido el crecimiento de las invasiones, que son muy densas y se han poblado incluso las zonas verdes.
“En el Oriente el crecimiento ha sido más planificado. No obstante, como la población es tan alta, el espacio sigue sin ser suficiente para la cantidad de personas que habitan estos lugares”, agregó.
Entre otras razones destaca la política de la ciudad que permitió que muchas zonas verdes se convirtieran en iglesias, colegios y polideportivos, que no se cuentan como espacio público.
A todos estos factores, Juan Marchant, urbanista y arquitecto, agrega que en la dependencia de planeación municipal “no siempre ha habido personas suficientemente capacitadas”.
Además, asegura, muchas de las zonas verdes de la ciudad “se las han robado para construir y establecer parqueaderos, porque la ciudad se ha manejado como un negocio”.
Es que la escasez de zonas públicas afecta la salud de la gente y su libre esparcimiento. Jorge Quiñónez, médico deportólogo, explica que al no tener espacios para la recreación y el deporte, los ciudadanos optan por opciones de vida que no son sanas, como el sedentarismo o el consumo de drogas.
“Por eso es tan necesario no sólo que se creen más espacios, sino que se recuperen los que ya existen”, indica.
La falta de espacio público, además, se evidencia en la convivencia de las personas. Así lo asegura Margarita Calvache, miembro de la Junta de Acción Local, JAL, de la Comuna 18, quien señala que que al haber pocos sitios de recreación para los niños y jóvenes, muchos se toman las calles.
“Por eso es que se van por malos pasos o se juntan con gente que no deben”, puntualiza.
A esto se suma, según Ángel María Sierra, de la JAL de la comuna 15, que los pocos parques y zonas verdes que hay en los barrios, están “invadidos” de consumidores de droga e inseguridad. “Además, el mantenimiento de esos espacios hoy no es el mejor, pues la poda del pasto no se hace con regularidad”, comenta.


Tomado de :http://www.elpais.com.co/elpais/cali/noticias/cali-por-cada-ciudadano-hay-246-metros-espacio-publico

MUERTE DE CAMPESINO POR EXPLOSIÓN EN MINAS DEL SOCORRO PEÑAS BLANCAS

                                   CONCLUSIONES REUNION EXTRAORDINARIA  GRUPOS AMBIENTALES
                                                                          
                                                                           ASUNTO: MUERTE MINERO MINAS DE ORO DEL SOCORRO
       
                                                                                             VEREDA PEÑAS BLANCAS
En reunion extraordinaria sostenida en Cali por varios grupos ambientales, donde particiaparon 48 ambientalistas (veredales, universitarios y comunidad en general) (segun listado de asistencia) y donde se trato como unico tema la muerte de un habitante de la vereda de Peñas Blancas, WILFRAN MATABANCHOY en las minas de oro del Socorro Vereda Peñas Blancas Corregimiento de Pichinde, Cuenca rio Cali, y segun informe de la Comision que subio a Peñas Blancas a verificar la informacion y de acuerdo a testimonios dados por varios habitantes de esta vereda se concluyo lo siguiente:
-.  Alertar a todas los habitantes de la cuenca Rio Cali, sobre la GRAVISIMA situaciòn que se presenta en las minas de oro del Socorro
     por la explotacion irresponsable de estas minas de oro, donde los "propietarios" de las minas no les importa ni envenenar nuestras   
     aguas, ni mucho menos la vida de nuestros campesinos, pues segun palabras de un habitante "los trabajadores de la mina no
     cuentan ni tan siquiera con un casco, y no conocen sobre el manejo de explosivos y estos capos de la mineria los mandan a los socavones
     a jugarse la vida.
    
-.  Que es un obligacion moral de todos los ambientalistas y habitantes de la zona rural seguir denunciando a estos  capos de la
     de la mineria  criminales que poco les importa ENVENENAR NUESTRAS AGUAS, y mucho menos la vida de sus trabajadores. E nviando este correo
      a todos sus contactos y en especial al alcalde y a las autoridades ambientales y organismos de control:  rodrigo.guerrero@cali.gov.co; carlos.holguin@
     cali.gov.co; jcelis@parquesnacionales.gov.co; jmiranda@parquesnacionales.gov.co; directordagma@hotmail.com; lhincapie@procuraduria.gov.co
     denuncie@fiscalia.gov.co; valle@defensoria.org.co; quejas@procuraduria.gov.co; contralor@contraloriacali.gov.co; atencionusuario@parques
      nacionales.gov.co; atencionalusuario@cvc.gov.co; personeria-cali@emcali.net.co; cgr@contraloriagen.gov.co;    y al periodico el Pais 
      diario@elpais.com.co; carrol@diarioadn.co;yanram@diarioadn.co;
-.  Que segun declaraciones de personas oriundas de Peñas Blancas hechas  a la comision que subio a verificar lo acaecido el dia martes
     23 de aoctubre en las minas  de oro del Socorro a las 6 P:M donde lamentablemente Fallecio el campesino WILFRAN 
     MATABANCHOY  a causa de la explosion de un taco de dinamita dentro de un tunel de la mina que le atraveso el cuello, minas de "propiedad de
     JUAN GETIAL minero muy conocido y repudiado por muchos por ser uno delosmayores contaminadores delrio Felidia.Cabe aclarar que segun personas      de la     vereda de Peñas Blancas este campesino muerto no era minero, sino trabajador piquero al mando de JUAN GETIAL
                       ANTE  ESTOS HECHOS LOS GRUPOS AMBIENTALES RESPONSABILIZAN POR LA MUERTE     
                       DE ESTE CAMPESINO A:
  1.   Al Capo dela mineria JUAN GETIAL  quien de una manera irresponsable ha puesto como carne de cañon a los habitantes de Peñas Blancas y veredas vecinas, al ponerlos a manejar explosivos sin ninguna capacitacion y sin los instrumentos de protecciòn para estas labores y a manipular quimicos como el mercurio y el cianuro sin las masminimas normas de seguiridad industrial atentando contra la salud de ellos y los usuarios delosacueductos de San Antonio; Red Hospitalaria y Acueductos Veredales
 2.  A las autoridades municipales y ambientlaes, lideres comunales, policia de Pichinde y corregidores,  quie conociendo la situacion de peligro a que estan avocados tanto mineros como la poblacion que consume el agua contaminada por el mercurio proveniente de esta zona, y teniendo las herramientas juridico legales no han hecho nada por cerrar estas minas.

Retomando el clamor y la denuncia de varios habitantes de Peñas Blancas y Quebrada Honda donde plantean que todo mundo es complice de lo que esta pasando y que a nadie le conviene que cierren estas minas porque hay muchos funcionarios como: la policia de Pichinde, Guarda Parques, Lideres Comunales, y funcionarios  ambientales que tienen intereses de por medio.

  HACEMOS UN LLAMADO a la policia de Pichinde, al corregidor de Pichinde Jorge Rodriguez, al corregidor de los Andes Jorge Ruiz, al presidente de la Junta Comunal de Peñas Blancas,Ramiro Ramirez, al presidente de la Junta Comunal de Pichinde Alvaro Arango al presidente de la Junta Comunal de los Andes Celio Cardona, al presidente de la Junta Comunal de Quebrada Honda Ricaute Ceron, al presidente de la JUnta Comunal de Pueblo Nuevo Albeiro Caicedo, al director de Cali rural, Rigoberto Lasso, al Administrador del Parque Jaime Celis al Secretario deGobierno Carlos Holguin (Quien sigue sosteniendo que las minas de Peñas Blancas estan ceradas)  a  todas las autoridades ambientales y municipales apronunciarce EN CONTRA DE LA MINERIA EN LOS FARALLONES DE CALI y a trabajar mancomunadamente con los grupos ambientales para erradicar definitivamente este flagelo que de continuar no solo acabara y envenenara nuestras aguas sino que acabara con la vida de nuestros campesinos.
LA MINERIA ILEGAL ES CRIMINAL PORQUE ENVENENA NUESTRAS AGUAS
LA MINERIA CRIMINAL SOLO NOS ESTA DEJANDO DESTRUCCION AMBIENTAL Y MUERTE DE NUESTROS CAMPESINOS

CUANTOS MINEROS Y CAMPESINOS MUERTOS   CUANTAS PERSONASENVENENADAS POR EFECTO DEL MERCURIO Y EL CIANURO Y CUANTOS NACIMIENTOS DE NIÑOS CON CILOPIA , NIÑOS SIRENAS Y CON MALFORMACIONES NECESITAN LAS AUTORIDADES  PARA CUMPLIR LA TUTELA IMPUESTA POR LA PROCURADORA AMBIENTAL Y AGRARIA DONDE  INVOCA EL DERECHO A LA VIDA Y EXIGE  EL CIERRE INMEDIATO DE LAS MINAS DEL SOCORRO VEREDA PEÑASBLANCAS
                                                                          GRUPOS AMBIENTALES RURALES Y URBANOS
La castilla Octubre 27 del 2012        
---------- Mensaje reenviado ----------
De: Edeneris Zapata <comiteambiental.lacastilla@yahoo.com.co>
Fecha: 28 de octubre de 2012 10:45
      









Esta investigación nos permite entender como se estudia y como perciben la pobreza los ciudadanos en diferentes estratos

Para mantenernos informados. Los datos de esta investigación son tomados de una encuesta realizada en el 2008.



Cali, ¿Cómo vamos en pobreza? efectos de zona, comuna y hogar en la percepción de la pobreza.
Maribel Castillo C. | Diana Marcela Escandón B. | Oscar Andrés González D.

Abstract

Objective studies of poverty are often based on family income, quality of life indices and unmet needs in order to characterize certain social groups as poor. On the other hand, there are subjective studies that approach poverty as from the criteria of the individual about their situation. This paper seeks to determine which could be the variables that affect the self-perception of poverty, taking into account characteristics of the individual, household and city It takes as data source the “Survey Citizen Perception” made for the Cali ¿Cómo Vamos? program during 2008.

Resumen

Los estudios de pobreza, desde el punto de vista de la metodología objetiva, suelen basarse en los ingresos de las familias, índices de calidad de vida y necesidades insatisfechas, para caracterizar a ciertos grupos sociales como pobres. Por otro lado, existen los estudios subjetivos que abordan la pobreza a partir del criterio del individuo sobre su situación. Este trabajo pretende determinar cuáles pueden ser las variables que inciden sobre la autopercepción de pobreza, teniendo en cuenta características del individuo, hogar y ciudad, tomando como fuente de información los datos de la “Encuesta de Percepción Ciudadana” realizada para el programa Cali ¿Cómo vamos? durante el año 2008.

Keywords: Measurement and Analysis of Poverty, General Welfare, General Equilibrium and Welfare Economic Analysis of Regional
Economies
Palabras clave: Medición y análisis de pobreza, Bienestar general, Equilibrio general y Análisis de bienestar económico de las economías
regionales
Clasificación JEL: I32, I31, R13

Primera versión recibida el 19 de septiembre de 2011; versión final aceptada el 18 de mayo de 2012
Coyuntura Económica, Vol. XLII, No. 1, junio de 2012, pp. 117-138. Fedesarrollo, Bogotá - Colombia

*           Maribel Castillo es Profesora del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Javeriana Cali y pertenece al Grupo de Investigación en Desarrollo Regional (GIDR) de la Pontificia Universidad Javeriana Cali. Email: mabelcas@javerianacali. edu.co. Oscar Andrés González es Consultor y pertenece al GIDR de la Pontificia Universidad Javeriana Cali. Email: ogonza- lez@fortalecerse.org. Diana Marcela Escandón es Profesora del Departamen2to de Gestión de Organizaciones de la Pontificia Universidad Javeriana Cali. Email: dmescandon@javerianacali.edu.co. Este artículo hace parte del proyecto de investigación sobre "Determinantes de la duración del desempleo para profesionales en Cali 2001-2009", financiado por la Oficina de Inves- tigaciones de la Pontificia Universidad Javeriana Cali.


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COYUNTURA ECONÓMICA: INVESTIGACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL
Volumen XLII | No. 1 | Junio de 2012 | pp. 117-138




 
I. Introducción
La pobreza es un fenómeno complejo, multidi- mensional, en el que influyen factores de diversa índole; por lo tanto, no existe una única forma de interpretación, ni una única manera de medirla. La pobreza puede ser interpretada como: i) tener la incapacidad de adquirir artículos de primera necesidad como comida, ropa, alojamiento y aten- ción sanitaria, ii) quedarse atrás (por una distancia determinada) respecto a los ingresos y estilos de vida que goza el resto de la sociedad o, iii) sentir que no se tiene lo suficiente para sobrevivir. Las dos primeras categorías definen la pobreza ob- jetivamente, mientras que la tercera la define de una manera subjetiva (Hagenaars & De Vos, 1988).
En Colombia ya se ha comenzado a tratar la pobreza desde el enfoque subjetivo, a través de las Encuestas de Calidad de Vida (ECV) que abordan el tema con preguntas de percepción, teniendo en cuenta  las  características sociodemográficas de cada individuo y hogar, al igual que las Encuestas de Percepción Ciudadana que se han ido tomando año a año por parte de los programas Cómo vamos (de las ciudades de Bogotá, Medellín, Cali y Carta- gena), que indagan por temas tales como: opinión general sobre la situación de la ciudad, situación económica de la familia, acceso y calidad de los servicios públicos, acceso y calidad de los servicios de educación y salud, entorno del barrio, seguri- dad, gestión gubernamental, acciones prioritarias para la ciudad, entre otros.
En este trabajo se toma como pobre a todo in- dividuo que haya dado respuesta afirmativa a la pregunta "¿Usted se considera pobre?", y con base en esto se hace un análisis de las características del individuo, del hogar y de la ciudad, que permite llegar a un determinante de por qué se puede sentir pobre una persona. Se realiza un Modelo Multini- vel en cuatro niveles, en el que se toman la zona, la comuna y el hogar como los niveles macro y se determina la percepción del individuo sobre su condición respecto a la pobreza. La ventaja de este tipo de modelos es que captan de manera jerárquica el efecto de cada nivel macro en la percepción que las personas tienen sobre la pobreza.

El documento está organizado de la siguiente manera: la introducción, seguida de las metodolo- gías para medir la pobreza, luego viene un estado del arte donde se muestran diferentes estudios, se- guido por unas estadísticas descriptivas y después un Modelo Multinivel que utiliza la información de la Encuesta de Percepción Ciudadana Cali ¿Cómo vamos? del 2008, se describen los resultados y, para finalizar, se exponen las conclusiones y las referencias bibliográficas.

II. Las metodologías para medir la po- breza


En general, los estudios sobre pobreza se enfocan en la cuantificación de los individuos que no alcan- zan un umbral mínimo de subsistencia (líneas de pobreza, NBI) y en la medición de qué tan pobres


son y cuál es el grado de desigualdad que existe
entre ellos. De esta forma, los estudios definen equivalentes de incidencia, brecha y profundidad de la pobreza.
La medición objetiva de la pobreza se realiza considerando variables monetarias y no mone- tarias. si la medición se realiza con las primeras, entonces se tienen dos enfoques: el Absoluto y el Relativo. En esta clase de medición están la Línea de Indigencia -LI- y la Línea de Pobreza -LP-, las cuales se basan en la definición de un nivel de in- greso que sea justamente el necesario para garanti- zar un estándar de vida mínimo; por lo tanto, desde esta perspectiva, la variable monetaria o de ingreso es la que considera aproximadamente el bienestar de los individuos (Feres & Mancero, 2001).
Por otra parte, a través del enfoque del bien- estar subjetivo se argumenta que cada persona es la mejor autoridad para juzgar su bienestar; los trabajos abordados por este tema (Hagenaars & Van Praag, 1985; Hagenaars, 1986), proponen una metodología para obtener una línea de pobreza a partir de la declaración de bienestar que hacen las personas, las cuales regularmente son las que dicen qué nivel de ingresos es el adecuado para subsistir. Ésta es la evaluación que hace la persona de su propio bienestar, la cual gana subjetividad en cuanto a que es el individuo el que lo experimenta, y de esta manera, dicha experiencia depende de sus propias emociones y percepciones. A partir de esto, la labor del experto dejaría de ser la de juzgar
la condición de bienestar de estas personas para
entenderlo  mediante  la  elaboración  de  teorías, así como del planteamiento y la elaboración de hipótesis (Rojas 2007 y 2008).
Para la escuela de Leiden (desarrollada en la Universidad de Leiden en 1980) se plantea que la situación económica o material de la persona de- pende no sólo de su ingreso, sino de cómo evalúa también dicho ingreso (La Pregunta de Evaluación del Ingreso introducida por Van Praag en 1968). De esta pregunta se obtiene la línea de Pobreza de Leiden (LPL), que consiste en preguntarle al individuo (Kapteyn, Kooreman & Willemse, 1988), después de pagar impuestos y dadas sus circunstancias
¿cómo consideraría su nivel de ingreso? (Muy Malo, Malo, Insuficiente, Suficiente, Bueno, Muy Bueno). Aquí entran en más detalle las teorías de evalua- ción del ingreso en la escuela de Leiden, donde se argumenta que la evaluación que una persona hace de su propia condición económica depende no solamente de su ingreso absoluto sino también de la brecha entre su ingreso actual y aquel otro que considera suficiente para satisfacer todas sus necesidades (Jiménez & Rojas, 2008).
Este enfoque subjetivo de la medición de po- breza se ha analizado especialmente en los Países Bajos, llegando en algunos casos a utilizarse como un buen complemento entre las mediciones ob- jetivas y las subjetivas. Se suman a esto algunos experimentos empíricos como los realizados en Jamaica y Nepal por Pradhan y Ravallion (1998),
y otros más recientes, llevados a cabo en Argentina (Giarrizzo, 2007), Perú (Monge, 2001), Venezuela (Alaña, Salomón & Salinas, 2003) y México (Rojas& Jiménez, 2008).
De la misma escuela nace la Teoría de las Dis- crepancias Múltiples -TDM- (Michalos, 1985), la cual plantea que la satisfacción del individuo se da en función de tres aspectos, pues al evaluar su condición, la persona compara su estado actual con el que otros tienen a su alrededor (brecha com- parativa), con lo que tenía en un pasado cercano (brecha histórica) y con lo que esperaba tener para esta etapa de su vida (brecha aspiracional); en tér- minos de ingreso, el individuo evalúa su condición de pobreza comparando su ingreso actual con el ingreso de su grupo de referencia, con su ingreso en el pasado y con el ingreso que aspiraba a tener para esta etapa de su vida. Un método similar (Kapteyn, 1994) pregunta a los encuestados acerca del ingreso que consideran como mínimo "para llegar a fin de mes" (to make ends meet) y acerca del Ingreso Mínimo (PIM en adelante). Tal ingreso es normalizado y medido cuantitativamente para que la línea de pobreza subjetiva pueda ser usada como indicador de bienestar.
Específicamente, estudios empíricos (Van Praag (1980), Groedhart, Halberstadt, Kapteyn & Van han encontrado que es una función creciente del ingreso del hogar (y). De esta forma, la respuesta de las familias que no tienen lo suficiente para vivir corresponderá a y==> y, mientras que las familias que cuentan con un ingreso suficiente estarán en el grupo y== < y. tam- bién habrá hogares que apenas logran satisfacer sus necesidades básicas, y lo que ellos consideran un ingreso mínimo será aproximadamente igual a su ingreso corriente. Así, la "línea de pobreza subjetiva" (y*min) se define a partir de la respuesta de este último grupo; es decir, es la solución a la ecuación (y*==)= y==(y*==·x).
Van Praag (1980), Groedhart et ál., (1977), Colas- tanto et ál., (1984), Danziger et ál., (1985), Kapteyn et ál., (1985, 1988), Stanovnik (1992) y Kapteyn (1994) muestran la forma de aplicar este método: calculan líneas de pobreza subjetivas según el tamaño del hogar (fs), pero el método puede ser extendido para diferenciar líneas de pobreza según otras variables. Con los valores para ymin obtenidos en la "pregunta de ingreso mínimo" se estima la siguiente ecuación:


Con los resultados de esta ecuación se obtiene la línea de pobreza subjetiva, igualando y a ymin (ignorando el término de error):
   
Para que las líneas de pobreza obtenidas bajo este método sean consistentes es necesario que el



nivel de bienestar que las personas asocian con el término "ingreso mínimo" sea el mismo. Es decir, expresando la línea de pobreza como z = e(p, i, uz), todos los encuestados deben referirse a la misma utilidad Uz. La pregunta de ingreso mínimo no pue- de garantizar que ese supuesto se cumpla, y para comprobarlo se estima una "función de bienestar individual del ingreso".
La "función de bienestar individual del ingre- so", U(y), es una función cardinal de utilidad, que describe cómo el individuo evalúa distintos niveles de ingreso con una escala entre 0 y 1. La forma de la función U(.) se aproxima a la de una función de distribución lognormal, y por lo tanto, puede ser estimada a partir de su media y varianza. Si la estimación empírica de esta función muestra que U(ymin) se mantiene aproximadamente constante -a pesar de que ymin  varíe con los ingresos- entonces se puede confiar en que ymin   es interpretado de la misma forma por los individuos. Van Praag, Goedhart & Kapteyn (1980) concluyen que, al menos para los países europeos analizados, no se puede rechazar la hipótesis nula de que U(ymin) se mantiene constante.
El método subjetivo puede ser utilizado en conjunto con la información sobre el gasto obser- vado de las personas. Un ejemplo al respecto es la propuesta de Pradhan & Ravallion (1997), en la que se pregunta a los individuos si ellos perciben que su nivel actual de consumo es adecuado, y no sobre el nivel de ingreso que consideran mí-
nimo. Las respuestas obtenidas se comparan con
el ingreso o gasto efectivo de esas personas, y la línea de pobreza se calcula a partir de un modelo probabilístico. Este método se plantea como una alternativa útil cuando el grupo de individuos en- cuestados no tiene una percepción muy clara acerca de su ingreso o consumo en términos monetarios, lo cual es más probable en las zonas rurales de los países en desarrollo.
A continuación se presenta la revisión de litera- tura, enfocada básicamente en el tema de pobreza subjetiva.

III. Revisión de la literatura
En esta sección se presentan los estudios realizados, según las diferentes metodologías usadas, tanto a nivel mundial como también los recientes casos estudiados en Colombia.
Rojas & Jiménez (2008) estudian para México la correspondencia que existe entre nociones de pobreza basadas en la imputación y la presunción del bienestar, y el concepto de pobreza que toma como referencia la evaluación que hace la persona de su situación (pobreza subjetiva). Encontraron que es menos probable que una persona se consi- dere pobre si compara de manera más favorable su ingreso con respecto a su grupo de referencia, y a lo que aspiraba en "esa etapa de su vida", indepen- dientemente de su ingreso absoluto; lo que indica que no sólo el ingreso absoluto es importante,

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sino también los factores sociales de comparación y aspiración.
No obstante, Monge (2001) obtuvo para Perú resultados de la Línea de Pobreza Subjetiva (LPS) cercanos al de la línea de pobreza objetiva (LPO); pero el autor reconoce que se presentaron proble- mas metodológicos por la exclusiva consideración de "hogares pobres extremos" y por la baja cober- tura geográfica de la muestra de hogares, y en consecuencia esta condición llevó a que el resultado de la LPS coincidiera con la LPO, pues el ingreso mínimo de los sujetos encuestados era lo mínimo que se requería para sobrevivir.
Milanovic & Jovanovic (1999) determinaron el impacto sobre los hogares de los cambios abrup- tos, a nivel económico y social, que se dieron en Rusia entre los años 1993 y 1996. En relación con la pregunta de lo que la población considera como el ingreso mínimo aceptable, los investigadores concluyeron que ésta tiene grandes implicaciones políticas; es decir, que si la mayoría de la población se siente pobre, será reacia a apoyar las reformas políticas. Los investigadores también concluyen que las necesidades subjetivas varían según las regiones.
Pradhan & Ravallion (1998) utilizaron la pre- gunta que hace referencia a si el nivel actual de consumo es adecuado o no (respecto a alimentos, vivienda, vestuario, transporte, salud y educación) para determinar la LPS en Nepal y Jamaica, y compararon las respuestas obtenidas con el ingreso o gasto efectivo de esas personas. Encontraron que un alto porcentaje de las familias entrevistadas considera que sus gastos son insuficientes: entre el 20% y el 48% para Jamaica, y para Nepal entre el 42% y el 59%, siendo el gasto en educación el menos insuficiente para ambos países, el gasto en vivienda el más insuficiente para Nepal, y el gasto en transporte el más insuficiente para Jamaica.
Para Colombia, Aguado & Osorio (2006) esti- man la línea de pobreza subjetiva a través de las respuestas de los hogares colombianos y vallecau- canos a la pregunta de suficiencia de ingresos de la Encuesta de Calidad de Vida 2003. Calcularon que un hogar en Colombia se considera pobre si sus ingresos llegan hasta $1.142.097, mientras que en el Valle del Cauca esta cifra es de $872.545. Sugieren que la brecha entre estas dos medidas se debe a otros factores que intervienen en la percep- ción de pobreza, asociados con las características económicas regionales y diferentes dotaciones de capital humano y social.
IV. Análisis descriptivo de las variables
El objetivo del documento es verificar si existe relación entre la percepción de pobreza y un gru- po de variables individuales (sexo, edad, estrato socioeconómico, localización geográfica), caracte- rísticas propias del hogar (situación alimentaria, servicios de salud, vivienda, servicios públicos) y variables de clima de opinión general de los caleños


(calidad de vida, situación económica y seguridad).
A continuación se presentarán las respuestas que, a partir de estas variables, se dieron a la pregunta:
¿Se considera pobre?
Para el año 2008, el 28% de los caleños se con- sideran pobres y el 72% no se consideran pobres. La principal razón que los lleva a responder de
esta forma es la falta de dinero (38%), porque les
faltan muchas cosas para vivir mejor (34%) y ma- nifestaron que el salario no les alcanza para sus necesidades (29%).
Para el caso de las variables de características del individuo (Cuadro 1), por edad se considera pobre el 22% de quienes se encuentran entre los 18
                  






y 25 años, el 23% de quienes se encuentran entre los 26 y 35 años, el 31% de quienes se encuentran entre los 36 y 45 años, el 30% de quienes se encuentran entre los 45 y 55 años y, finalmente, se considera pobre el 33% de quienes tienen una edad superior a los 55 años. Al parecer, los de menor edad manifies- tan en menor medida sentirse pobres; esto puede estar relacionado con que aún no hacen parte del mercado laboral y dependen económicamente de sus familias.
Para la variable de estrato socioeconómico se observó que se consideraban pobres el 43% de las personas que vivían en un barrio de estrato
1, el 39% de las personas que habitan en barrios de estrato 2, el 26% de las personas que vivían en barrios de estrato 3, el 12% de las personas que vivían en barrios de estrato 4, el 14% de las per- sonas que vivían en barrios de estrato 5 y el 6% de las personas que vivían en barrios de estrato 6. Se encuentra en esta variable que existen pobres subjetivos, pues se encuentran pobres y no pobres entre todos los estratos; no necesariamente vivir en el estrato 1 puede caracterizar a alguien como pobre ni vivir en el estrato 6 puede indicar que se considere no pobre. Esto puede ser un indicativo de la hipótesis de brechas comparativas en las cuales las personas se pueden percibir como pobres cuando se comparan con las personas de su mismo estándar de vida.
Para la variable de género se observó que se consideraban pobres el 29% de los hombres y el 27% de las mujeres. Por el lado de la ocupación, se observó que se consideraban pobres un 25% de las personas que trabajaban por fuera de casa, el 14% de las personas que estudiaban, el 1% de las personas que trabajan y estudian, el 39% de las per- sonas que trabajan en casa, el 40% de aquellos que se encuentran desempleados, el 27% de aquellos que se dedican al hogar y el 26% de aquellos que se encuentran jubilados o pensionados. Es interesante el caso de las personas que se dedican al hogar, pues su sentimiento de pobreza se acerca más al de las personas que trabajan fuera que los que trabajan en el mismo hogar. Se considera menos pobre aquel individuo que se encuentra ocupado, mientras se nota que la percepción de pobreza es mayor para los que realizan algún tipo de actividad desde la casa o están, en su defecto, desempleados.
Para las variables de características del hogar (Cuadro 2), con respecto a la variable de salud en la que se indaga si los individuos tienen una afiliación a servicios de salud, se considera pobre el 26% de las personas que no están afiliadas a ningún servicio de salud. Para la variable de haber dejado de consumir una de las comidas por falta de dinero, se observó que se perciben como pobres el 26% de las personas que han consumido todas sus comidas y el 59% de aquellas que dejaron de consumir alguna.

Por el lado de la tenencia de vivienda, se obser- vó que se consideran pobres el 25% de las personas que tienen una vivienda propia, el 31% de aquellos


que viven en una vivienda arrendada y el 34% dequienes habitan en una vivienda familiar. Esta va- riable es importante en la medida en que hace parte de las medidas de pobreza desde la metodología objetiva, es parte de los índices de condiciones de vida, en este caso la percepción parece estar más enfocada a los ingresos, ya que la percepción de ser pobre disminuye cuando se tiene suplida la vivienda y los ingresos pueden ser usados para cubrir otros gastos del hogar.
Para la variable de retraso de pagos en el hogar, se autodenominaron como pobres el 41% de las personas que tuvieron que retrasar alguno de sus pagos, como también el 21% de quienes no tuvieron que asumir ese retraso. Los retrasos en los pagos son variables que determinan también una distri- bución del ingreso por parte de la persona que se percibe como pobre o no; en la modelación dicha variable no fue significativa.
Para las variables de niños en el hogar se observó que se consideran pobres el 26% de las personas que no tienen niños en el rango de 5 a 17 años, también se observó que la percepción de pobreza aumenta a medida que aumenta el número de niños entre el rango antes mencionado, se perciben como pobres el 29% de los que tienen un niño en el rango, 26% de quienes tienen dos niños, 40% de quienes tienen tres y el 63% de quienes tienen cuatro niños o más.
Para el caso de tener niños menores a 5 años, se observó que se consideran como pobres el 27% de las personas que no tienen niños menores de 5 años, el 34% de las personas que tienen un niño menor de 5 años y el 29% de quienes tienen 2 niños menores de 5 años (no se encontró en la muestra personas con más de 2 niños menores de 5 años).
Con respecto a las personas con las que se dejan los menores de 5 años, se consideran pobres el 25% de las personas que les toca dejar sus hijos en una guardería o jardín oficial, el 25% de las personas que les toca dejar sus hijos en una guardería o jardín privado, el 30% de las personas que les toca dejar a su hijo con un adulto en casa y el 30% de las personas que les toca dejar a sus hijos en otra casa con un adulto.
Ahora, con respecto a  las características de ciudad (Cuadro 3) se observó que se consideran pobres el 25% de quienes piensan que la ciudad va por buen camino y el 31% de quienes opinan que la ciudad no va por buen camino. De la variable de mejora percibida en la situación del hogar se ve un aumento en la percepción de pobreza al desmejorar su situación, pues se perciben como pobres el 10% de los hogares en que la situación mejoró mucho,
21% en que la situación del hogar mejoró algo, 30% de los hogares en que la situación sigue igual, 39% de aquellos hogares donde la situación empeoró y el 46% de los hogares en los cuales la situación empeoró mucho.


En el aspecto de seguridad del barrio, se consideran pobres el 26% de los que creen que su

barrio es seguro y el 36% de los que creen que
el barrio es inseguro. Algo similar ocurre con la variable de seguridad de la ciudad de Cali, donde se perciben como pobres el 26% de los habitantes que consideran que la ciudad es segura y el 34% de los habitantes que creen que no es segura. Las condiciones de seguridad marcan de forma importante la percepción que tienen las personas sobre la pobreza, ya que relacionan la inseguridad con la falta de condiciones sociales en la zona donde habitan y, por tanto, aumenta su percepción frente a la pobreza.


V. Metodología
Se utilizará la metodología recomendada por Pradham & Ravallion (1998) para los países en vía de desarrollo, en la cual plantean que se puede llegar a una línea de pobreza subjetiva sin necesidad de utilizar la PIM mientras se tengan variables de tipo cualitativo para calibrar el modelo. Además, por la novedad del tema y el problema de que para los países en vía de desarrollo es posible que las personas no tengan muy claro el concepto de ingreso mínimo, en Colombia tampoco se encontraba mucha información o encuesta con este tipo de preguntas.
Ravallion (1998) explica que tomando como base de estudio preguntas sobre el nivel de ingreso mínimo, se halla la Línea de Pobreza Subjetiva, como se ilustra en el Gráfico 1, en el que las perso- nas con ingresos por encima del punto de equilibrio entre ambas líneas (donde y* min = z*), tienden a sentir que sus ingresos son adecuados. Mientras que quienes tienen ingresos por debajo del punto z* perciben que sus ingresos son menores del nivel mínimo que necesitan para vivir. De esta forma, z* es el límite entre considerarse pobre o no, y es llamado "el nivel de pobreza subjetiva".
El procedimiento supone que cada individuo tiene sus propias normas de consumo razona- blemente bien definidas en el momento de ser encuestado. Aquí, la LPS es el nivel de gasto total por encima del cual los participantes dicen (en promedio) que sus gastos son adecuados a sus necesidades. El análisis propuesto por Pradhan & Ravallion (1997) es el siguiente:
Simbolizando el vector de consumo de un indi- viduo dado como y, y como z el vector comparable de normas de consumo de ese mismo individuo, la necesidad básica subjetiva para el bien k y el hogar i está dada por:
donde j (k = 1,..., m) son funciones continuas y x es un vector de indicadores de bienestar en un vector de consumo dado (como el tamaño y la composición  demográfica del  hogar).  Se  supo- ne que cada j tiene un límite inferior positivo cuando los consumos reales se acercan a cero, y que la función está limitada por encima cuando





los consumos se acercan al infinito. Igualmente, se supone que los términos de error, eki   tienen media cero y están distribuidos normalmente de manera independiente e idéntica con la desviación sk. Las funciones de distribución acumulativa de los términos de error normal estándar (eki/sk ) se simbolizan Fk (k = 1,..., m).
Siguiendo la literatura sobre la pregunta de ingreso mínimo, los autores definen la Línea de Pobreza Subjetiva como el nivel del gasto en el cual los mínimos subjetivos para todos los k se alcanzan de acuerdo con lo esperado, para un x dado. un hogar es pobre, si y sólo si, sus gastos totales son inferiores a la LPS apropiada para un hogar con sus características. Así, la LPS satisface:
donde z*k (x) está implícitamente definido por la relación de punto fijo:
Habrá una solución de esta ecuación en la medida en que las funciones jk   sean continuas para todo k.
Esto proporciona una ampliación multidimen- sional al caso unidimensional basado en la PIM. La LPS es el nivel de gasto total por encima del cual los participantes dicen (en promedio) que sus gastos son adecuados a sus necesidades. Sin embargo, como no suponen que la PIM sea contestable, no se puede entonces observar zki  directamente. Entonces, de acuerdo con Pradhan & Ravallion, a partir de una pregunta de un estudio puramente cualitativo, se puede saber si el gasto real en el bien k por el i-ésimo hogar de la muestra (yki) está por debajo de zki. La probabilidad de que el i-ésimo hogar responda que el consumo real del k-ésimo bien es adecuado estará dada entonces por:
Mientras las parametrizaciones específicas de la función jk sean lineales en los parámetros (aunque posiblemente no lineales en las variables), se pue- de considerar al modelo como un logit estándar. A su vez, si se supone una especificación lineal logarítmica para las líneas de pobreza subjetiva individual y se define y' (lny, lnym), la ecuación  (1) se convierte en:
Si se observan los valores de zki, se podría ob- tener una única solución para la Línea de Pobreza Subjetiva  calculando  directamente  la  ecuación (5) y (si suponemos que la matriz del coeficiente pertinente es no singular).
Los parámetros no se identifican sólo con datos cualitativos sobre la adecuación del consumo en relación con las normas (latentes). Con la especifi- cación en (5), la ecuación (4) se convierte en:

Así, Pradhan & Ravallion resuelven la Línea de Pobreza Subjetiva sin la PIM, algo que sólo es po- sible en la medida en que se cuente con datos cua- litativos para determinar Prob(yki > zki) para todo i y k. En vez de preguntar a los participantes cuál es exactamente el consumo mínimo que necesitan, sugieren preguntarles simplemente si consideran o no que su consumo actual es adecuado. "Estos resultados parecen dar acceso a futuras aplicacio- nes potenciales de este enfoque en el marco de los países en desarrollo", señalan los autores.
este tipo de experimentos, relacionados con la pregunta del ingreso mínimo, se han llevado a cabo principalmente en países desarrollados. Algunos autores señalan que existen una serie de obstácu- los para repetirlos en países pobres o en vías de desarrollo, donde el concepto de ingreso no está del todo definido y por lo tanto no está claro que se puedan obtener respuestas sensatas sobre el nivel de ingresos mínimos; en parte por ello, y en parte porque en los países con ingresos más bajos las prioridades están puestas en analizar la evolución de la pobreza absoluta. Se observa que sólo en muy pocos países se agregan módulos subjetivos en los cuestionarios oficiales de pobreza.
Esto puede ser una explicación de por qué las mediciones y estudios empíricos sobre Pobreza Sub- jetiva son escasos. Poco se sabe sobre cómo percibe la población mundial los montos mínimos que son
estándar de vida "digno". Esa ausencia de preguntas
relacionadas con la dimensión subjetiva del bienes- tar impide tener una visión integral de, por ejemplo, los determinantes socioeconómicos de la pobreza y sus vínculos con las otras dimensiones objetivas de la pobreza (como son la pobreza objetiva monetaria o las necesidades básicas insatisfechas).
En este trabajo se realiza un análisis de la po- breza subjetiva como complemento al estudio de la pobreza objetiva; es una alternativa, mas no es un mecanismo suficiente por si solo para realizar este tipo de medición. Un estudio de pobreza gana en profundidad si, además de detectar los hogares o las personas menos favorecidos desde el punto de vista de los ingresos que perciben o los gastos que efectúen, ofrece información sobre cómo perciben los propios hogares o personas su situación.
Como fuente de datos se utiliza la Encuesta de Percepción Ciudadana realizada en la ciudad de Cali para el año 2008, que es elaborada anualmen- te por el programa Cali, ¿Cómo vamos? Entre sus contenidos se encuentran apartados de pobreza, del individuo, aspectos del hogar, percepción de la gestión institucional y de la ciudad. Se usará la muestra de 1.200 datos que se puede considerar como representativa para la población y se plan- teará un ejercicio econométrico, con el fin de dar una explicación a la autopercepción de pobreza en función de unas variables determinantes como son: características individuales, características del hogar y percepción de aspectos de la ciudad.

A. Modelo Multinivel
Para el caso del método, en investigación educa- tiva se usan los Modelos Multinivel, con el fin de adoptar una estructura jerárquica de los datos al marco de los modelos lineales generalizados; un ejemplo se da en la Figura 1, en donde se puede observar un nivel dentro de otro para explicar el comportamiento de alguna variable. La investi- gación multinivel tuvo sus inicios en los campos de la educación; por ejemplo, el modelo de Aitkin
& Longford (1986) mostraba que cuando se hacía un análisis agrupando niños en clase, con meto- dologías establecidas, y determinados profesores, las diferencias significativas desaparecían y los niños formalmente enseñados no demostraban ser diferentes de los otros.






Por tanto, podemos hablar de distintas jerarquías de la información disponible: el nivel 1 y, por otra, el nivel 2, el contexto o grupo al que pertenece el indi- viduo, donde lo importante a resaltar es que indivi- duos pertenecientes a contextos similares deberían tener comportamientos y características parecidas. A partir del uso de la Encuesta Cali, ¿Cómo vamos? 2008, se pretende encontrar los factores asociados a que una persona se perciba como pobre, teniendo en cuenta un análisis en cuatro niveles (individuo, hogar, comunidad, zona). Se realiza la estimación del siguiente Modelo Logit para cuatro niveles:
Una peculiaridad de los Modelos Multinivel es que minimizan el error de pronóstico eij  siendo la varianza de error partida en varios componentes (Bryk & Raudenbush, 1992; Searle, Casella & Mc- Culloch, 1992).

La interpretación de las variables es la siguiente (todas para el individuo i, en el hogar j, en la co- muna k, y en la zona l) Figura 2:







B. Coeficiente de correlación intragrupos
La correlación intragrupos r es un estimador de la proporción de varianza explicada en la población. La siguiente ecuación establece que la correlación intragrupos es igual a la proporción estimada de la varianza del nivel grupo comparada con la va- rianza total estimada.
E El coeficiente de correlación intragrupos mide la proporción de la varianza total que es explicada por las diferencias entre grupos.
Según Rabash et ál., (2005), en una distribución logística los residuos del nivel 1 poseen una dis- tribución
Según las estimaciones presentadas en el Cuadro 4, el efecto Zona sería:

de  l 0,98% de la varianza en la probabilidad de considerarse pobre depende de la Comuna en que vive el individuo.
El 2,41% de la varianza en la probabilidad de con- siderarse pobre depende de la Zona en que vive el individuo.
Asimismo, el efecto Comuna sería:
El 3,84% de la varianza en la probabilidad de considerarse pobre depende del hogar en que vive el individuo.
C. Interpretación del modelo multinivel
En modelo presentado en el Cuadro 4 se identifican las cuotas (conocidas en la literatura como Odds Ratios, se definen como el cociente entre la proba- bilidad de que ocurra un suceso y la probabilidad de que no ocurra) que permiten determinar qué tan pobres se consideran las personas encuestadas según las variables explicativas. Por ejemplo, en el caso de la edad, entre más años tenga el individuo, se considera un 1,15 más pobre; en el caso del sexo, las mujeres se consideran más pobres en 1,24. En el tema de la seguridad, en la medida en que conside- ran que la situación ha mejorado frente a que haya empeorado mucho, se disminuye la percepción de la pobreza: en el caso de que perciba que ha me- jorado mucho frente a que ha empeorado mucho la probabilidad de considerarse pobre aumenta





en 2,14, mientras que si piensa que ha empeorado algo frente a que ha empeorado mucho es de 4,76 lo que aumenta dicha probabilidad.
El caso de no tener hijos hace que disminuya la probabilidad de sentirse pobre en 0,32, mientras que si no consume al menos una de las tres comi- das dicha probabilidad aumenta en un 2,78. Tener Sisbén disminuye la probabilidad de considerarse pobre en 0,38. No participar en actividades cultu- rales o deportivas, por su parte, aumenta en 1 la probabilidad de considerarse pobre.
Por otra parte, tener vivienda arrendada frente a tener vivienda propia aumenta la probabilidad de sentirse pobre en 1,50 y en 1,54 en el caso de vivir en vivienda familiar frente a la propia. Final- mente, estar desempleado aumenta la probabilidad de sentirse pobre en 1,01; aunque dicha variable no es significativa, se dejó dentro del modelo por la importancia del empleo en la percepción de la pobreza de los individuos pertenecientes a los ho- gares caleños. El análisis se realiza para 22 comunas de la ciudad de Cali, en cinco Zonas analizadas en la Encuesta: Nororiente, Noroccidente, Sur, Oriente y Distrito de Aguablanca.
V. Conclusiones
Al revisar la literatura sobre el tema de pobreza se encuentra en común la asociación de los métodos objetivos y subjetivos, y cómo este último va ganando espacio en los estudios de pobreza en América Latina; se considera que el fenómeno de pobreza tiene múltiples dimensiones y un sólo método de medición no es suficiente para que las políticas de erradicación sean efectivas, por lo que se plantea que el enfoque subjetivo sea utilizado como un complemento a las mediciones objetivas.
Cuando se trata el tema de pobreza a través de la percepción de los individuos se pueden encon- trar problemas como la sobredimensión de los indi- viduos acerca de su situación, la información puede no ser exacta y se pueden exagerar las necesidades. En consecuencia, las mediciones subjetivas pueden llegar a ser imprecisas. No obstante, se consideran un buen complemento de las mediciones objetivas, pues sirven para implementar políticas en el campo de la erradicación de la pobreza.
A través del cruce de las variables se pudo identificar de manera inicial un perfil de los indi- viduos que tienen una alta percepción de pobreza; entre éstos se encontraron aquellos mayores de 35 años (aumentando a medida que aumentaban los rangos de edad), los que pertenecen a los estratos 1 y 2 (comienza a disminuir a partir del estrato 3), más en los hombres que en las mujeres, y en gran medida en quienes se encuentran desempleados o trabajan desde la casa (diferenciándolo del trabajo o dedicación al hogar).
En el análisis estadístico se concluyó que la pobreza, en términos subjetivos, se puede encontrar en todos los estratos de la ciudad y, a pesar de que únicamente es de un 14% en el estrato 5 y 6% en el estrato 6, es posible considerar que los individuos se comparan no sólo con la situación de personas de otros estratos sino con personas de su mismo estrato, y de acuerdo con esto, se definen o no a sí mismas como pobres, razón por la cual se encuentran este tipo de resultados. El estrato socioeconómico no pudo ser considerado dentro del modelo porque generaba problemas estadísticos en el mismo.

Al revisar los resultados del modelo se obser- varon algunos datos particulares, como es el caso de quienes se dedican al hogar; estas personas tienden a no considerarse pobres con relación a estar desempleadas. Este resultado destaca la im- portancia de la economía del hogar, en la medida en que puede considerarse esta actividad productiva como la de estar empleado, a diferencia de estudiar o trabajar en el hogar, que son actividades donde hay una tendencia a considerarse pobre.

El consumo de bienes públicos también es un determinante de la percepción de pobreza de los individuos; para este estudio se tomó la seguridad, pues mientras los individuos se sientan más segu- ros en su barrio y en la ciudad, tiende a disminuir el cambio en la percepción de pobreza; igualmente ocurre con la satisfacción de la oferta cultural de la ciudad, ya que mientras ésta satisfaga a más individuos, se disminuye cada vez más el cambio en la probabilidad de considerarse pobre. Según esta conclusión, las políticas dirigidas a reducir la pobreza se deberían enfocar hacia el lado de infraestructura de la ciudad, seguridad y oferta cultural. No se trata sólo de recibir bienes del Es- tado, sino de recibir bienes de calidad, que brinden cierta satisfacción a los individuos.

Los resultados de este estudio captan aspectos que no suelen captar las medidas objetivas, como la satisfacción con algunos aspectos de la ciudad, que confirman la metodología como válida, pero de tipo complementaria; o sea que, al igual que los demás métodos de medición, no es suficiente por sí sola; se hace necesaria acompañada del método subjetivo para poder captar todos los fenómenos multidimensionales que abarcan todos los deter- minantes de la pobreza. además, se plantea la utilización de Modelos Multinivel que son muy usados en educación, pero que permiten captar ese componente multidimensional que tiene la po- breza y su análisis para cuatro niveles (individuo, hogar, comuna y zona). De los cuatro componentes del modelo, es el hogar el que tiene un mayor peso en la variabilidad sobre la percepción de la pobreza de los encuestados.





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