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El ‘elefante blanco’ de la Comuna 17

Pese a que han transcurrido nueve meses desde que fue inaugurado por el anterior Alcalde, el nuevo Cali sigue sin abrirle sus puertas a la comunidad. Líderes y habitantes reclaman respuestas, pero los funcionarios responsables no dan explicaciones.
500
millones de pesos sería el monto necesario para dotar el Cali 17.

Dato clave

Tenga en cuenta que

700 metros cuadrados tiene ahora el lugar que antes sólo contaba con 120.
Cerca de 200 sillas y equipos de aire acondicionado y de sonido son algunos de los elementos que se requieren para que el Cali comience a operar. Los habitantes de 31 barrios y 183 unidades residenciales, los afectados.
Pilar Ruiz / Vivir Limonar
Los habitantes de la Comuna 17 tienen que convivir diariamente con una paradoja que a muchos molesta, a otros les causa curiosidad y a algunos sorprende. Pese a tener en su territorio el mejor Centro de Atención Local Integrada, Cali, no pueden gozar de los servicios que se les debería ofrecer en él.
Ante ello y tras nueve meses de aquel 28 de junio del 2011, cuando fue inaugurado por el entonces alcalde Jorge Iván Ospina, una pregunta ronda la cabeza de los líderes comunitarios frente a lo que muchos califican hoy en día como un ‘elefante blanco’: ¿a quién le corresponde dotar el Cali 17?
Algunos señalan que es tarea de las Empresas Municipales de Cali y otros afirman que tienen que ser los bancos que realizarían los recaudos, pero la mayoría sostiene que es responsabilidad del Municipio.
Lo cierto es que la edificación permanece baldía ante la mirada atónita de una treintena de personas que cada día siguen llegando allí a pagar el predial y que luego tienen que desplazarce hasta el Cali 19, ubicado en el barrio El Cedro.
Otros moradores de los 31 barrios y las 183 unidades residenciales aledañas que necesitan cancelar las megaobras o los servicios públicos optan por trasladarse al 10, ubicado a alrededor de quince cuadras de allí.
“Es un ‘elefante blanco’ que nos costó más de $1.000 millones. Hay que cuestionarse por qué sucede esto”, sugirió Viviana Rojas, una vecina del barrio Bosques del Limonar.
De hecho, cuando el anterior Mandatario local y la entonces secretaria de Bienestar Social, Mariluz Zuluaga, decidieron inaugurar el que sería el nuevo Cali 17, la mayoría de los líderes comunitarios de la zona se opusieron.
“No estábamos de acuerdo con que se hiciera la entrega de algo que no estaba terminado, pero ellos no quisieron detenerse”, explicó Stella de Arturo, presidenta de la Asociación de Juntas de Acción Comunal de la Comuna 17.
Los líderes todavía recuerdan las palabras de Yecid Cruz, quien para la época se desempeñaba como gerente de la Empresa Municipal de Renovación Urbana, Emru: “El Cali 17 se convierte en uno de los más importantes de la ciudad y lo más importante es que se hizo gracias al empuje de la comunidad y al apoyo de la Administración Municipal”.
Pero, según ellos, sólo correspondió a $300 millones, mientras que los $900 millones provenían del presupuesto con el que contaba la Comuna 17 para todo el 2010.
También sostienen que durante la inauguración, Ospina prometió una partida extraordinaria para la dotación del lugar, “pero hasta el sol de hoy sólo han sido promesas”.

Sin respuestas

“En la nueva Administración local siempre dicen que son nuevos, que el problema viene de atrás y que no es mucho lo que pueden hacer. Excusas”, lamentó Fabio Espinoza, otro líder comunitario de la 17.
“Aquí lo enredan a uno y María Elena Quiñones, la nueva secretaria de Bienestar Social, no hace nada: ni habla ni cotiza ni deja hacer. Los funcionarios están en una urna de cristal elevada y nosotros estamos abajo esperando”, insistió la señora de Arturo, ante la imposibilidad de poder empezar a trabajar en la sede que permanece vacía.
Vivir Limonar intentó hablar con la funcionaria mencionada, quien es la responsable del manejo de los Cali, pero no fue posible contactarla.
De igual forma, Claudia Ospina, la directora del Cali 17, se negó a dar declaraciones, porque “la Secretaría de Bienestar Social del Municipio me prohíbe dar declaraciones”.
Por eso, hasta ahora lo único que se sabe es que corre el rumor que ya fueron aprobados $135 millones para adquirir los principales equipos que se requieren para el inicio de las operaciones, pero los líderes comunitarios no se atreven a confirmar o desvirtuar dicho rumor.
Así, los habitantes de la Comuna 17 esperan que pase la “novedad” de la actual Administración local para que por fin se dé al servicio este ‘elefante blanco’ de paredes blancos y pisos relucientes que ya completa nueve meses como testigo mudo de una inauguración que no fue.

Servicios

La idea de construir una nueva sede del Centro de Atención Local Integrada surgió hace diez años.
Cuenta con espacios para actividades culturales, como un auditorio para 120 personas.
Se supone que allí se harán los recaudos de valorización, predial, Megaobras y servicios públicos.
Se organizaron oficinas para los comités Ambiental, de Planificación, y de Veeduría, así como para el Consejo Cultural, las asociaciones de Deporte y la JAC.
La JAL también tendría un lugar, además de una sala de espera que permitiría una mejor atención al público.

Están ‘regados’

Cuando se derribó la antigua casa prefabricada, la directora del Cali empezó a despachar desde la Caseta Comunal del barrio Primero de Mayo, ubicada en la Calle 13F con Carrera 54.
Allí no se hacen recaudos, dado que los bancos se negaron a funcionar en una zona que consideraron peligrosa

Tomado de : http://www.elpais.com.co/elpais/cali/noticias/elefante-blanco-comuna-17